El nacimiento de Pausas Urbanas

Meditadores Urbanos

¿Qué es realmente la meditación?

Si buscas en internet, casi siempre encontrarás definiciones pobres, reducidas y hasta equivocadas. Generalmente hablan de “mindfulness” y la colocan dentro de la moda del wellness. Pero eso apenas toca la superficie.

Durante miles de años, la meditación fue considerada un conjunto de técnicas y caminos para interactuar con la mente, con un objetivo mucho más profundo: descubrir el gozo, la plenitud, la claridad, la sabiduría, el amor, la compasión y otras cualidades de una mente luminosa.

El problema es que la moda del wellness la limitó a un solo grupo: personas que ya practican alguna técnica “moderna”. Según distintos estudios, solo entre el 2.7% y el 6.2% de la población mundial medita. Y me pregunto: ¿qué pasa con el resto?

Aquí veo el gran error: la definición excluye a la mayoría.
Porque rezar el rosario, contemplar un paisaje, escuchar música o saborear un caldo tlalpeño también son formas de meditación. Todo acto que lleva a la mente a un estado distinto del cotidiano —donde dejamos de narrarnos la misma historia y surge un espacio sin presión, sin carencias, sin miedo— es meditación.


Mis primeros pasos

Empecé este camino en los años 80 y desde 1997 me dedico a guiar, enseñar y transmitir la meditación. He trabajado con personas, grupos, instituciones y empresas, compartiendo distintas técnicas, la mayoría de origen budista.


La ciudad como un gran dojo

Cuando tuve un programa en Capital 21, grabábamos en diferentes colonias y rincones de la Ciudad de México. En cada lugar hallaba espacios hermosos que transmitían paz y despertaban la mente.
Ahí entendí algo clave: no necesitas un cojín especial ni un viaje espiritual para meditar; la ciudad misma está llena de oasis de silencio y belleza.


La radio y el error del “wellness”

Durante meses participé en el programa de radio de Juan Barragán, compartiendo charlas tres veces por semana sobre la mente y la meditación. Ahí confirmé otra verdad: el “wellness” que hoy se vende como solución universal no funciona para la mayoría.

Llega solo a un grupo muy reducido, mientras que millones de personas —hombres y mujeres por igual— siguen sin acceso a estas herramientas. El cliché de que “la meditación es para mujeres” es uno de los errores más dañinos que siguen circulando.


La eficiencia en las empresas

Dando clases en instituciones y empresas, aprendí a ajustar las técnicas para que fueran más eficientes. No se trataba de largas sesiones, sino de generar experiencias rápidas, concretas y transformadoras en la mente, incluso en medio de un día laboral.


El kiosco de la Alameda

Un día cualquiera, en la Alameda Central, tuve la confirmación más clara. Salía del Museo Franz Mayer y vi en el kiosco a un grupo de veinte personas tocando la flauta… ¡horrible! Pero lo que me sorprendió fue que todos estaban riendo, disfrutando como niños.

En ese instante entendí que lo que importa no es la perfección, sino la energía positiva que ciertos lugares y grupos despiertan.


El nacimiento de Pausas Urbanas

De ahí surge la idea de Pausas Urbanas:

  • La ciudad con sus rincones vibrantes.

  • Los maestros con su experiencia y guía.

  • Las técnicas que transforman la mente.

Unir esos tres elementos para crear espacios donde cualquiera pueda encontrar refugio de sus propios demonios internos.
Un respiro breve, pero poderoso.
Una pausa en medio de la vida urbana.

Wojtek